La asfixia postural o posicional: por qué los bebés no deberían dormir en las sillitas de coche
Publicado el Thursday, May 19, 2016
La Historia… Una pareja en enero tuvo a su segundo hijo, un bebé que en abril perdió la vida por culpa
La Historia…
Una pareja en enero tuvo a su segundo hijo, un bebé que en abril perdió la vida por culpa de una asfixia postural, también conocida como asfixia posicional. el niño, estaba siendo cuidado en una guardería cuando uno de los trabajadores lo puso a dormir en una sillita de seguridad, en vez de en una cunita o superficie plana.
Dos horas después no había ya nada que hacer. El pequeño había fallecido por una asfixia postural.
No había cumplido aún tres meses y su familia supo, de la peor manera posible, lo peligroso que es poner a dormir a los bebés en las sillitas de coche, tanto dentro del coche como fuera, una costumbre que muchos padres llevan a cabo en sus propias casas. Para que no vuelva a pasar, vamos a explicar qué es la asfixia postural o posicional.
Qué es la asfixia postural o posicional
En el momento en que un bebé nace pasa de un medio líquido, flotando (el líquido amniótico), a nuestro medio, seco, en el que vivimos bajo la fuerza de la gravedad. Los bebés no tienen fuerza suficiente para mantenerse sentados y por eso deben dormir y permanecer tumbados.
En el momento en que lo sentamos en una sillita, si no está bien puesto, su propio cuerpo (por la fuerza de la gravedad) se flexiona sobre sí mismo, haciendo una «C» demasiado pronunciada que dificulta que puedan expandir el tórax y el abdomen para respirar. Si la cabeza cae además hacia adelante, con la barbilla en el pecho, la dificultad para tomar aire es mucho mayor hasta el punto de cortarse el flujo de aire. Si no se remedia esa posición, la muerte es inminente.
Solo para el coche y no durante más de una hora y media
las sillitas del coche solo deben utilizarse para el coche, donde los bebés deben estar bien ubicados y no por más de una hora y media.
Cuando decimos bien ubicados es con el arnés de sujeción adaptado al volumen del cuerpo del bebé de manera que sujete sus hombros pegados a la silla, para evitar que caigan hacia adelante. De igual modo, la cabeza debe quedar alineada con el cuerpo, no hacia adelante.
Pediatrics publicó en 2001 un estudio en el que observaron a 50 recién nacidos a término y 50 prematuros de 36 semanas sentados durante 60 minutos en una silla de coche homologada. En promedio, la saturación de oxígeno de todos los bebés bajó del 97% al 94%, pero 7 de los bebés (3 prematuros y 4 a término) llegaron a tener una saturación de oxígeno inferior a 90% durante 20 minutos. El 12% de los bebés prematuros sufrieron apneas (el bebé deja de respirar unos segundos) o bradicardias (el corazón va más despacio de lo que debiera). Para que tengáis un indicador, la saturación de oxígeno de un bebé debe estar entre el 96% y el 100%.
Ante esta evidencia, los bebés no deberían dormir nunca en las sillitas de coche, ni en hamacas, pues sentados respiran peor que tumbados. Dichos dispositivos de retención deben utilizarse solo en el coche, donde han de posicionarse de manera que ni la cabeza ni los hombros caigan hacia delante y no permanecer en esa posición por más de una hora y media. Si vamos a hacer un viaje más largo, lo recomendable es ir parando de manera periódica para sacar al bebé de la silla y permitirle que recupere oxígeno, que respire bien de nuevo, que coma un poco si lo necesita y, después de un rato, seguir con el viaje.